martes, 7 de enero de 2014
Accidentes en moto también afectan a los niños en Venezuela
Expertos señalan que la impunidad incentiva el incumplimiento de las leyes y reglamentos
Este mes se cumple un año desde que el exdirector del Instituto de Tránsito Terrestre, Dante Rivas, prometió hacer cumplir el reglamento de la Ley de Tránsito Terrestre, vigente desde 2012, que prohíbe la circulación de más de 2 personas y de niños menores de 10 años en motocicletas. Contrariamente, la moto se ha afianzado como un vehículo de tipo familiar, en el que frecuentemente viajan bebés en brazos o escolares.
“El traslado de niños en moto es una conducta repetida en todo el país. No existen estadísticas del número de accidentes que se han registrado con niños, pero sí conocemos que la población de riesgo va en aumento. Muchos motorizados ya tienen más de 5 años trasladando a sus hijos en moto y no les ha pasado nada, entonces le restan importancia a la norma. Por eso se sigue afianzando esa práctica. Además, el servicio de transporte es deficiente y la moto se convirtió en una alternativa de movilidad para las familias.
Cuando se les interroga dicen que es lo único que tienen para movilizarse”, indicó Darwin Figuera, presidente del Centro de Investigación en Educación y Seguridad Vial.
De acuerdo con los datos recogidos por Ciesvial, las personas que manejan una moto son 30% más cautelosas cuando llevan niños a bordo. Sin embargo, la práctica no los exime del peligro.
“Prácticamente 99% de los niños viaja sin seguridad. Aunque en algunos casos les ponen cascos, estos no están adecuados a su fisonomía, por lo que quedan desprotegidos. En moto no deben viajar más de 2 personas. Eso hace que matemáticamente no deban viajar niños”, señala Figuera.
El experto en seguridad vial indicó además que su organización ha hecho varios llamados para que los Consejos de Protección del Niño, Niña y el Adolescente eviten el traslado de menores en vehículos de dos ruedas. A su juicio la práctica viola los derechos de los menores porque atenta contra su integridad. Sin embargo, el esfuerzo ha sido en vano.
En mayo de 2013, el Observatorio de Seguridad Vial advirtió que la falta de información estadística sobre los siniestros en moto impide la evaluación y replanteamiento de normas que regulen a los motorizados.
“Actualmente no existe ninguna fuente o informe con datos oficiales que permita conocer la situación de la seguridad vial y, por lo tanto, es imposible llevar a cabo una contraloría social sobre las políticas que el Estado está llevando a cabo sobre este tema”, señala el referido texto.
Contra la ley. La socióloga Mayerling Fagúndez, presidenta del observatorio, precisa que numerosas ordenanzas municipales son letra muerta.
“Pese a que las ordenanzas y la ley de tránsito lo prohíben, las motos son usadas como transporte escolar. La mayoría de ellos no lleva casco de protección o no se ajusta a sus requerimientos lo que los expone al peligro”, expresó.
La Ley de Tránsito Terrestre establece en su artículo 170 multas de 5 unidades tributarias, equivalentes a 535 bolívares a los motorizados que trasporten más de 2 personas o viajen con niños.
Impunidad
En 2003 la norma que restringía la circulación de motorizados por las autopistas del país fue derogada, lo que abrió nuevas vías para transitar. Adicionalmente, desde hace un mes, cuentan con al menos ocho refugios para protegerse de la lluvia en la autopista Francisco Fajardo, en Caracas.
Pese a que se les ha facilitado la circulación y el uso de los vehículos, la mayoría responde de manera negativa a las normas de tránsito.
La circulación de los motorizados debe ser por el canal del hombrillo. Tienen prohibido el viaje entre canales o paralelamente con otro vehículo a más de 60 km/h, el transporte de carga con peso superior a los 90 kilos u objetos de gran volumen, y el tránsito en contravía, pero no atienden las normativas.
Para Darwin Figuera, presidente de Ciesvial, las malas prácticas se deben a la impunidad hacia el gremio motorizado.
“La mayoría de los funcionarios no aplica las sanciones por miedo a ser agredidos. Por eso los motorizados deciden las maniobras que hacen, cuántos van en la moto y hasta deciden si cumplen o no con las sanciones. Si los multan, no pagan. Generalmente lo hacen si tienen que vender la moto. Hay una transfiguración de papeles entre las autoridades y el gremio motorizado que se han organizado de manera negativa”, dijo.
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